07/11/2017
Texto por: SAS
Fotos: © Paramount Pictures / Marvel Entertainment / Walt Disney Pictures
¡¡ATENCIÓN: ADVERTENCIA IMPORTANTE DE SPOILERS!! ESTE ARTICULO CONTIENE INFORMACIÓN SOBRE PARTE DEL/LOS ARGUMENTO/S DE LA/S PELÍCULA/S QUE SE HABLA/N A CONTINUACIÓN.

Los tres pósters de la trilogía cinematográfica de Thor. De izquierda a derecha: Thor (2011, Kenneth Branagh), Thor: El mundo oscuro (2013, Alan Taylor) y Thor: Ragnarok (2017, Taika Waititi).
«La saga cinematográfica del dios del trueno ha ido degenerando de tal manera que las profundidades psicológicas del héroe se han esfumado con el paso de los años.»
Es una de las sagas más rentables (por detrás de Iron Man, cuya tercera parte recaudó la friolera de 1,2 billones de dolares, con «b» de «burro») de lo que se conoce ya en el mundo del celuloide como «Universo cinematográfico de Marvel», universo iniciado hace tan solo nueve años con el superhéroe del citado título: Iron Man (2008, Jon Favreau). Desde que la saga cinematográfica del dios del trueno se iniciara en 2011, Thor ha pasado por las manos de tres directores diferentes: Kenneth Branagh, Alan Taylor y Taika Waititi y, asimismo, ha ido degenerando de tal manera que, a pesar de mantenernos el divertimento entre el público varón y provocar alaridos entre las féminas de la sala, las profundidades psicológicas del héroe se han esfumado con el paso de los años.
Thor, versión Kenneth Branagh, o representando Shakespeare en Asgard

Chris Hemsworth como Thor, el nórdico canónico por excelencia con tintes shakesperianos.
La primera de todas, sin duda, fue la mejor. Thor se orquestó bajo la batuta de un experto en representar Shakespeare tanto en los escenarios teatrales como en la gran pantalla: Kenneth Branagh, un director que poseía la solvencia de haber dirigido varias adaptaciones del célebre dramaturgo inglés para cine tales como Mucho ruido pero pocas nueces (1993), Hamlet (1996) o Trabajos de amor perdidos (2000).
«La primera de Thor poseía un elenco actoral y un director (Kenneth Branagh) dignos del mejor drama de William Shakespeare.»
El elenco actoral, encabezado por Chris Hemsworth (Thor) y secundado por los efectivos Anthony Hopkins (Odin), Tom Hiddleston (Loki), Rene Russo (Frigga) y Idris Elba (Heimdall), entre otros, hicieron gozar al respetable de unas interpretaciones dignas de un drama de William Shakespeare, aunque ambientado en Asgard, el mundo celeste donde transcurre el primer acto de la función. Luego, tras el destierro de Thor a la Tierra y el hallazgo por parte de la Dra. Jane Foster (Natalie Portman) y por los agentes de S.H.I.E.L.D. del semidios asgardiano, la película decae ligeramente para volver a recuperar la épica en el último tramo del filme. Resultó ser un magnífico debut cinematográfico del personaje creado por Stan Lee, Jack Kirby y Larry Lieber, digno del superhéroe al que se refiere.
Thor, versión Alan Taylor, o cómo volver a ser épico añadiendo dosis de humor

Chris Hemsworth volvió a encarnar una visión épica del superhéroe en Thor: El mundo oscuro, aunque dejando más margen al humor.
En 2013 se estrenó la segunda parte de las aventuras épicas de Thor; la dirigió Alan Taylor, futuro director de la desafortunada Terminator Génesis (2015) y cuya mayor contribución a la saga fue las dosis de humor que supo añadirle al conjunto del filme.
«Alan Taylor le supo añadir a la saga de Thor las dosis de humor adecuadas.»
Lo cierto es que las películas que se produjeron posteriormente a la primera versión cinematográfica de Thor, es decir, toda la fiebre que se generó a raíz del estreno de Los Vengadores (2012, Joss Whedon), apostaron por el humor como base potente a la hora de construir los guiones del Universo Cinematográfico de Marvel. Taylor no tenía más remedio que introducir también ese humor en el mundo de Asgard, aunque supo hacerlo con cabeza y con cierta elegancia (resulta divertida la frase de Thor: «¿El siguiente?» al convertir a un monstruo rocoso en un conjunto de piedras tras haberle propinado un martillazo).
Thor, versión Taika Waititi, o Thor versión Auronplay

La versión más gamberra y payasa de Thor: Chris Hermswoth en Thor: Ragnarok.
Y llegamos al último experimento cinematográfico de Thor titulado Thor: Ragnarok, película firmada por Taika Waititi, realizador neozelandés que, además, interpreta al simpático y digital Korg, un kronan parecido al que se carga Thor en la segunda parte y del que se hace amigo y aliado en esta tercera entrega.
«La última producción de Thor es más parecida a un vídeo de YouTube escrito por Auronplay que a la tercera parte del dios del trueno, divertida pero con pocos momentos trascendentales.»
Lo cierto es que si esta última superproducción de Thor conserva algo de la profundidad psicológica que poseía la primera, es del todo anecdótica. Thor (versión Waititi), divertida pero con pocos momentos trascendentales, es más parecida a un vídeo de YouTube escrito por Auronplay que a la tercera parte del dios del trueno, donde la improvisación forma más parte del guión que la literatura de la que gozaban las dos anteriores entregas. Aquí, los actores parecen inventarse el guión sobre la marcha en vez de recitarlo con dramatismo como nos tenían acostumbrados en las dos anteriores precuelas. Ni la aparición de Hela (Cate Blanchett), la diosa de la muerte y hermana por sorpresa de Thor, logra poner orden en el desconcierto de chistes malos y falta de épica. Tan solo el personaje de la Valquiria (Tessa Thompson) vuelve a traernos ecos de la gran epopeya de Asgard que, con el Ragnarok, parece haberse volatilizado.
Very nicce post
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