27/12/2016
Texto por: SAS
Fotos: © Amblin Entertainment / TriStar Pictures
«Por alguna extraña circunstancia, Hook marcó mi vida mucho más que otros grandes filmes de su director. Fue, quizás, la primera vez que me reconocí a mi mismo como espectador de cine, y aquel hecho tuvo un gran impacto en mi».
Este diciembre se han cumplido 25 años del estreno de una de las películas que más marcaron mi pubertad: Hook, el capitán Garfio (1991, Steven Spielberg). Fue el segundo filme que vi en el cine del gran realizador de Ohio con apenas 12 años. La fuerza de las imágenes rebosantes de fantasía dejaron una marcada impronta en aquel niño que, desde aquél preciso instante, empezó a mostrar interés por el arte cinematográfico. Años después estudié lenguaje audiovisual dentro de la carrera de Bellas Artes, quizá influenciado por el día en que vi Hook en aquella sala de cine ya desaparecida. Por alguna extraña circunstancia, la película marcó mi vida mucho más que otros grandes filmes de su director como Indiana Jones y la última cruzada (1989, Ídem) o Encuentros en la tercera fase (1977, Ídem). Fue, quizás, la primera vez que me reconocí a mi mismo como espectador de cine, y aquel hecho tuvo un gran impacto en mi.
El niño que no quería crecer (pero que creció)

El desaparecido actor Robin Williams interpretó al niño que no quería crecer en la cinta de Spielberg. En la imagen, Peter Pan rodeado por los Niños Perdidos.
Hook cuenta, a grandes rasgos, la historia de Peter Pan, el niño que no quería crecer, que finalmente abandonó el País del Nunca Jamás para crecer y así poder ser padre, aunque hay muchos más temas en ella. Antes de esa idea, Spielberg abandonó a mediados de los ochenta el intento de adaptación del clásico de J. M. Barrie en un musical que iba a protagonizar Michael Jackson en leotardos (sic). Dicho musical (¡por suerte!) se canceló y, entonces, el guionista James V. Hart se hizo cargo del guión reescribiéndolo según la premisa que le dio por casualidad su propio hijo cuando este le preguntó: «Papá, ¿creció alguna vez Peter Pan?». A partir de aquí, todo vino, nunca mejor dicho, volando. Spielberg volvió al proyecto, único realizador capaz de llevar a la gran pantalla la historia de Peter Pan. El mismo director reconocería: «Siempre me sentí como Peter Pan, ha sido muy difícil para mi crecer, de hecho soy una víctima del síndrome de Peter Pan». Pero, además de esa línea argumental que, aparentemente, puede resultar algo simplona, se ocultan otras subtramas que enriquecen este memorable filme. El paso inexorable del tiempo está siempre de manifiesto en el personaje de Garfio, un hombre adulto que tampoco quiere crecer: detesta los relojes (es decir, el paso del tiempo), incluso tiene un «museo de relojes rotos» de famosos piratas que, en palabras del propio Garfio: «exhalaron su último tic-tac hace ya mucho tiempo».

El capitán James Garfio (Dustin Hoffman) inicia a Jack Banning (Charlie Korsmo) en la piratería regalándole su primer pendiente en forma de garfio.
El macguffin que hace avanzar la trama son precisamente los hijos de Peter Pan, secuestrados por el malvado capitán Garfio. Sin embargo Smee, el singular contramaestre de Garfio interpretado brillantemente por Bob Hoskins, va más allá sugiriéndole a su capitán que se vengue de Peter Pan haciendo que sus propios hijos le quieran. No le funciona con Maggie pero sí con Jack, que empieza a cogerle el gusto al mundo que le muestra el capitán Garfio. De hecho, si la película se titula «Hook» y no «Pan» es por algo. Garfio es el verdadero maestro de ceremonias de la función que le muestra a Jack Banning (el hijo de Peter Pan) lo cruel puede ser el mundo de los adultos y, entonces, le agasaja a regalos para comprar su afecto.
«Dustin Hoffman construye una interpretación memorable del famoso capitán Garfio plagado de dilemas existenciales».
A tenor de las actitudes ruines y mezquinas del capitán Garfio, Dustin Hoffman construye una interpretación memorable del famoso capitán de estilo victoriano. El momento «a lo Hamlet» de la película, en el que Garfio le pide a Smee que «no trate de deternerlo» cuando este empuña una arma para suicidarse, es uno de los mejores de la cinta. Esa secuencia histriónica muestra el carácter narcisista del capitán Garfio, plagado de dilemas existenciales y, además, pone de manifiesto la máxima de que «cualquier tiempo pasado fue mejor» cuando el capitán recuerda al Peter Pan de antaño.

Dustin Hoffman realiza una interpretación sobresaliente en Hook, con algunos momentos cuasi shakesperianos.
John Williams tocándome el alma
Sin duda alguna, uno de los recuerdos más fuertes que me dejó esta película fue la maravillosa banda sonora que compuso John Williams para acompañar emocionalmente las imágenes filmadas por Spielberg. La «suite», como la calificó el propio Williams en el prólogo escrito para el libreto del disco, fue vibrante, fantasiosa, escalofriante y, en mayor parte, nostálgica. Las notas se sucedían una tras otra poniéndome los pelos de punta en aquella sala de cine mientras me tocaban el alma, sobre todo en los cortes «The Arrival of Tink and the Flight to Neverland», «You Are the Pan» o «Farewell Neverland», piezas en donde Williams muestra su inconmesurable genio compositivo invocando musicalmente las musas que habitan en las regiones desconocidas de la psique humana. La «marcha de Garfio», por contra, expuesta en «Presenting the Hook» es ora oscura, ora orquestral pero siempre majestuosa la cual hace un retrato musical perfecto del pérfido Capitán Garfio y manifiesta, por si fuera poco, la camaradería que hay entre los piratas que poblan el muelle de Nunca Jamás.
«Williams muestra su inconmesurable genio compositivo invocando musicalmente las musas que habitan en las regiones desconocidas de la psique humana en la «suite» de Hook vibrante, fantasiosa, escalofriante y, en mayor parte, nostálgica».
La banda sonora, una de las mejores para mi de las muchas que ha compuesto John Williams a lo largo de su dilatado trabajo de compositor de música para cine, estuvo nominada al Grammy en 1993 en la categoría de Mejor álbum de banda sonora original instrumental escrita para una película o televisión, perdiéndolo, a mi juicio injustamente, ante Howard Ashman y Alan Menken por la banda sonora de la película de animación de Disney «La Bella y la Bestia». Además, Williams estuvo nominado al Óscar en la categoría de Mejor canción original por «When You’re Alone» escrita por Leslie Bricusse y entonada por la joven intérprete Amber Scott, premio que también se le escapó de las manos.
¿Una de las peores de Spielberg?
Pues resulta que, tras lo expuesto, una de las películas que más me han emocionado de la toda carrera cinematográfica Steven Spielberg, curiosamente se la considera como una de las «peores» dentro de su filmografía… La mayoría de la crítica la destripó en el momento de su estreno, y el tiempo aún no le ha sabido hacer justicia. De hecho, hace poco, tuve la desgracia de leer una reseña de lo más aborrecible en un libro titulado «29 miradas sobre Spielberg» escrita por el director Alberto Rodríguez. Al comprarme el libro con toda la ilusión del mundo por leer la reseña de un libro, se supone escrito por fans de las películas de Spielberg, me encontré con un texto desalmado, estúpido e irreverente en relación a Hook. Eso me demuestra dos cosas: la primera que las películas no las percibimos todos de la misma manera, y la segunda que el director Alberto Rodríguez es bastante corto de miras en relación con esta obra maestra de Steven Spielberg.
«Hook está considerada como una de las «peores» películas de la filmografía de Steven Spielberg, a pesar de ser una de las que más me han emocionado».

Spielberg junto a los actores Julia Roberts y Robin Williams en 1991 durante el rodaje de Hook (El capitán Garfio).
Valoración global: **** (Una de las grandes películas de Steven Spielberg que pasó a la historia injustamente como uno de sus grandes «fiascos»).