«Los archivos secretos de LucasFilm Games». Primera parte: Las aventuras gráficas (1982-1990)

08/02/2022
Texto: SAS
Fotos: © LucasFilm Games / Disney

George Lucas a Ron Gilbert: «Haz lo que quieras pero que sea increíble».

Cierto día, procrastinando un rato por internet, leí una frase del mismísimo George Lucas dirigida a Ron Gilbert, el creador original del mítico The Secret of Monkey Island en la que le decía algo parecido a: «Haz lo que quieras pero que sea increíble». Gilbert se lo tomó a rajatabla programando no sólo uno de los mejores videojuegos de la carrera de la compañía, sino de todos los tiempos.

En esta entrada por volúmenes, nos hemos propuesto hacer un rápido repaso por uno de los géneros más entrañables de los videojuegos: las aventuras gráficas, las cuales hicieron mella dentro de la historia de la computación. Lo cierto es que eso se lo debemos, en mayor medida, a la antigua compañía de programación propiedad del cineasta George Lucas, nombrada originariamente como LucasFilm Games.

Debido a tal cantidad de videojuegos, nos vemos obligados a dividir esta entrada en dos partes para tratar con mayor extensión todas estas joyas gráficas de nuestra pubertad y adolescencia. De Labyrinth (1986) a The Secret of Monkey Island (1990), estamos a punto de repasar una de las épocas más creativas y geniales de la historia de los videojuegos. Aunque para ello, antes debemos recordar, de manera obligada, aquel onomatopéyico sistema del SCUMM…

«Hablar con perro» o la interfaz básica en las aventuras gráficas de LucasFilm: el SCUMM

«El script SCUMM fue una de las mejores interfaces, a juicio personal, de todos los tiempos.»

El famoso SCUMM (que cualquier hijo de vecino aficionado a este género recordará bien) era una serie de verbos o ‘comandos’ que podíamos ejecutar durante el desarrollo de la videoaventura y que nos permitían ir avanzando a lo largo de la misma. No era raro encontrarnos pues con verbos del estilo «Dar», «Coger», «Usar», «Hablar», «Empujar», etc. en las primeras aventuras gráficas de LucasFilm Games como Maniac Mansion o el citado Monkey Island ―tras ello, el SCUMM se fue refinando gráficamente, quizá no a gusto de todos…―.

El peculiar nombre fue el resultado de un acrónimo del script programado expresamente para el videojuego Maniac Mansion, y que respondía a la fórmula inglesa: “Script Creation Utility for Maniac Mansion”, una de las mejores interfaces, a juicio personal, de todos los tiempos.

Tampoco resultaba extraño ejecutar las mil y una combinaciones de verbos y objetos cuando nos quedábamos encallados durante la aventura. Una de las acciones más absurdas que recuerdo haber hecho fue la de «Hablar con perro» en el famoso Monkey Island 1…, algo que, incluso, ¡podíamos llegar a hacer! Mención aparte merece aquella otra de: «Usar pollo con polea» durante la misma aventura gráfica, acción que si alguien no te ‘chivaba’ en el instituto, era casi imposible de averiguar por uno/a mismo/a…

ScummVM fue el emulador que permitía volver a jugar a los míticos videojuegos de LucasFilm Games en las computadoras actuales.

Pero el avanzar de la tecnología también acarrea cosas negativas como, por ejemplo, que los sistemas operativos más actuales ya no dejan cargar los pobres videojuegos de antes. Por suerte, los informáticos más acérrimos a estas aventuras gráficas lograron programar un emulador que permitía volver a jugar a los míticos videojuegos de LucasFilm Games en las computadoras actuales. Se llamó ScummVM (Scumm Virtual Machine) en honor al mismo motor que tantas alegrías nos dio antaño.

Labyrinth: la primera aventura gráfica de la historia de LucasFilm Games

Labyrinth fue la primera aventura gráfica de LucasFilm Games, a pesar de que durante muchos años, llegué a pensar que era Maniac Mansion

Basado en el filme homólogo de 1986 ―protagonizado por una jovencísima Jennifer Connelly y un rey de los Goblins muy particular: Mr. David Bowie―, Labyrinth fue el primer videojuego en formato de aventura gráfica creado ex profeso por la difunta empresa de videojuegos. Este fue una combinación entre una aventura conversacional (al estilo de la famosa Mystery House, programada por una incipiente Sierra On-Line, o como El Quijote de la española Dinamic) y un rudimentario videojuego de aventura gráfica con sólo unos comandos básicos.

Resulta importante mentarlo, no por su calidad sino por su trascendencia, ya que fue el primero como tal de la compañía, a pesar de que casi nadie lo recuerde. De hecho, durante muchos años el que escribe estas líneas pensó que la primera aventura gráfica de la historia de LucasFilm Games fue Maniac Mansion ―quizás como muchos/as de los/las que me estéis leyendo…―.

No obstante, resulta curioso ver cómo el protagonista de la videoaventura nada tenía que ver con la Connelly, aunque la música MIDI recreara de manera bastante fidedigna el tema principal de la película “Underground”, compuesto y entonado por el legendario Bowie.

La joya de la corona: Maniac Mansion (1987)

Personajes como el Dr. Fred, Bernard o los tentáculos malignos, acabaron convirtiéndose en verdaderos iconos de la cultura popular.

Sin duda, llegamos a EL JUEGO en mayúsculas que da sentido tanto al SCUMM como al ‘imperio’ de las aventuras gráficas en el que acabó convirtiéndose LucasFilm Games a finales de los años ochenta y principios de los noventa: Maniac Mansion, toda una joya programada por Ron Gilbert, David Fox y Carl Mey y diseñada a partes iguales con Gary Winnick. El argumento en sí no tenía demasiada miga: una pandilla de jóvenes debe entrar en la mansión de la familia Edison (cuyo padre es el científico loco, el Dr. Fred) que ha secuestrado a Sandy, la novia de Dave y líder de la pandilla, para llevar a cabo su horrible experimento.

La gracia de la aventura estaba en cómo controlar a los diferentes personajes por el interior de la mansión y así lograr el objetivo del juego. Era un verdadero rompecabezas con grandes dosis de buen humor. Los personajes como el Dr. Fred, Bernard (el nerd del equipo) o los tentáculos malignos, fieles ayudantes del maléfico científico, acabaron convirtiéndose en verdaderos iconos de la cultura popular, sobre todo en su país de origen.

La inspiración para el diseño del videojuego vino por la afición de Winnick y Gilbert a la serie B de terror norteamericana y por las películas de comedia adolescentes. Decidieron entonces hacer una adaptación de esos géneros, aprovechando el interés de la compañía por desarrollar algo parecido a los Munsters. De hecho, los propios creadores achacaron el éxito del videojuego a que la compañía apenas controlaba su proyecto, con lo que casi pudieron ir improvisando los diálogos a la vez que lo iban programando.

Como muchos/as de vosotros/as sabréis, fue tal el éxito obtenido por el videojuego, que acabó haciéndose una segunda parte (Day of the Tentacle), la cual ya veremos con más detalle en una nueva entrada. Lo que quizás mucha gente desconozca, es que también se hizo una serie televisiva de tres temporadas basada en Maniac Mansion, emitidas entre los años 1990-93 por el canal canadiense YTV y The Family Channel (EUA).

Zak McKracken and the Alien Mindbenders (1988), o ese gran desconocido

Una aventura gráfica jamás distribuida en España que tuvo una gran aceptación entre los aficionados allá en su país de origen…

Y escribo lo de ‘gran desconocido’ porque el maldito videojuego no se distribuyó en su época en España, teniendo que conformarnos con un póster cochambroso autopublicitado en el propio Maniac Mansion (muy cachondos ‘los de Lucas’…).

Por lo poco que sabemos de esta aventura gráfica es que fue la segunda con motor clásico SCUMM, programada originariamente para Commodore 64, en donde el protagonista, el mismo Zak McKracken, debe salvar al mundo de la invasión alienígena junto a tres de sus amigos (uno más que en Maniac Mansion).

La aventura gráfica fue creada por David Fox, uno de los programadores de la anterior videoaventura. Fue tal la pasión de los aficionados por este videojuego allá en su país de origen, que se intentaron realizar varias secuelas hechas por fans, y algunas de ellas acabó prosperando como la titulada Zak McKracken Between Space and Time (2008), con el beneplácito del propio Fox y con un acabado más profesional que el original (también porque la tecnología tuvo tiempo de evolucionar veinte años…).

«El nombre de la aventura (y del videojuego) se llama Indiana Jones»

Es ampliamente recordada la frase que repetía Indy: «Vendo estas bonitas chaquetas de cuero…» para sortear a los nazis.

A mucha gente de mi generación, más que cualquier otra aventura del famoso arqueólogo Indiana Jones, nos marcó la tercera entrega: Indiana Jones y la última cruzada (1989), dirigida por Steven Spielberg y coescrita por George Lucas. Como no pudo ser de otra manera, LucasFilm Games también acabó adaptando la historia en formato de aventura gráfica recreando, casi al dedillo, las famosas aventuras del incombustible Dr. Jones, convirtiéndose casi tan popular como la propia película a la que emulaba.

Asimismo, también se hizo famosa la frase promocional: «Si la aventura tuviera nombre, sería Indiana Jones» o, mejor dicho, para esta ocasión: «Si fueras Indiana, ¿qué harías? Esta es tu oportunidad de averiguarlo» que venía grabada en la caja original, ¡y que nos hacía querer comprarlo al instante! (un diez para los señores de marketing de LucasFilm Games y/o de Erbe Software, su distribuidora en España).

A lo largo del videojuego también se popularizaron algunas anécdotas como «la leyenda del Santo Grano», en vez de «el Santo Grial», que le contaba Donovan a Indy y que, seguramente, fue un error de programación de los dobladores españoles. También es ampliamente recordada la frase que repetía Indy en el castillo de Brunwald para sortear a los nazis: «Vendo estas bonitas chaquetas de cuero…», frase parodiada incluso por el propio Guybrush Threepwood durante la saga de Monkey Island… XD

Loom (1990), una aventura gráfica con sabor a ensaladilla rusa…

Loom se considera todo un clásico de las aventuras gráficas de la compañía, además de todo un logro artístico para los primeros ordenadores personales

Y hago el chiste de la «ensaladilla rusa» porque, precisamente, la banda sonora fue una fiel recreación de la suite «El lago de los cines», compuesta en 1877 por el músico ruso Pyotr Ilyich Tchaikovsky, en sonido 8bit. La aventura gráfica la creó Brian Moriarty y fue una suerte de historia ligeramente parecida a la Tierra Media, soñada por J. R. R. Tolkien en su famosa novela  El señor de los anillos. Sobre todo por esa evocadora introducción: «Fue mucho después del paso de la segunda sombra, cuando los dragones gobernaban el cielo crepuscular, y las estrellas eran brillantes y numerosas…».

El protagonista de la historia era Bobbin Threadbare, una especie de aprendiz de mago (parecido a un jawa) en donde este debía aprender hechizos musicales durante el progreso del videojuego que emanaban de su bastón. La interfaz era totalmente diferente al ya tradicional SCUMM, y esta consistía básicamente en una serie de notas musicales agrupadas en forma de hechizos, los cuales debíamos aprender para ir avanzando a lo largo de la historia.

La videoaventura fue muy querida entre los/as aficionados/as de LucasFilm Games ―alguno de ellos, incluso, confesaron haber llorado a lágrima viva durante el transcurso del mismo juego debido a la trágica historia que nos cuenta―. De hecho, el propio Moriarty llegó a esbozar una trilogía para Loom, aunque las ventas totales, desgraciadamente, no lo permitieron: «Loom fue un éxito de crítica ―comentaba el propio Moriarty― pero no se vendió la cantidad suficiente para garantizar sus secuelas». A pesar de no haber sido uno de los más recordados de LucasFilm Games, hoy en día Loom se considera todo un clásico de las aventuras gráficas de la compañía, además de todo un logro artístico para los primeros ordenadores personales.

The Secret of Monkey Island (1990), o el increíble legado del «Tíoesbozo» Threepwood

Siendo sólo un niño, deseaba pasarme las vacaciones de verano en la Isla Mêlée, luchando codo con codo junto a la Swordmaster o bien contra sarnosos piratas en luchas a espadas repletas de mil y un insultos…

Quien diga que no le gusta este videojuego, ¡no es digno/a de ser considerado/a fan de LucasFilm Games! The Secret of Monkey Island, creado por Ron Gilbert, Dave Grossman, Tim Schafer, entre otros, fue, sin duda alguna, todo un hito de la computación, además de una de las aventuras gráficas más aclamadas de todos los tiempos (yo diría, la que más).

La historia del juego narra las aventuras del joven Guybrush Threepwood en su empeño por ser un temido pirata, ¡que dieron para cuatro secuelas más! ―de las que ya hablaremos cuando llegue la ocasión―. Aunque, desde luego, ninguna fue tan espléndida como la original (bueno, a decir verdad, su primera secuela: LeChuck’s Revenge, se le acercó muy de cerca…).

El extravagante nombre del protagonista derivó del nombre del archivo del Paint Deluxe que los programadores le asignaron provisionalmente al héroe de la historia “Guy.bbm”, y que luego Steve Purcell, uno de los grafistas del videojuego, le agregó la partícula “Brush”. La combinación resultante fue “GuyBrush.bbm” («Esbozo del tío»). En cuanto a su peculiar apellido, Threepwood, este vino a raíz de la novela de P. G. Wodehouse titulada «The Brinkmanship of Galahad Threepwood», una de las novelas que, por aquel entonces, alguien de la LucasFilm Games se estaba leyendo. Y así se quedó.

La exótica trama de la aventura gráfica, mezclada con unos rompecabezas relativamente sencillos en comparación con otros videojuegos de LucasFilm, y su fascinante banda sonora, obra de Michael Land y Patrick Mundy, dio como resultado una excelente combinación que, a día de hoy ―tras más de treinta años―, continua maravillándome como antaño, cuando siendo sólo un niño, deseaba pasarme las vacaciones de verano en la Isla Mêlée, luchando codo con codo junto a la Swordmaster o bien contra sarnosos piratas en luchas a espadas repletas de mil y un insultos con los que desmoralizar a nuestros oponentes, como aquel famoso: «―¡Luchas como un granjero! ―Qué apropiado, tú peleas como una vaca…».

Como nota final: ¿alguien fue tan avispado/a como para ver el cameo que tuvo el mismo George Lucas en Monkey Island…? ¡Pues sí: tito Lucas aparece! Merece la pena volver a jugarlo tan sólo para encontrar al patriarca de todo este genial invento que se llamó LucasFilm Games, ¿no os parece…?

¡Continuará!

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