25/08/2016
Texto: SAS
Fotos: © Columbia Pictures / LStar Capital / Village Roadshow Pictures
¡¡ATENCIÓN: ADVERTENCIA IMPORTANTE DE SPOILERS!! ESTA ENTRADA CONTIENE INFORMACIÓN SOBRE PARTE DEL ARGUMENTO DE LA PELÍCULA.

¡Las chicas son guerreras! Esta expresión (popularizada en nuestro país por la mítica canción del grupo Coz, una de las más sonadas durante la época de «la movida madrileña») parece estar totalmente en boga durante este 2016. Si bien a finales del año pasado asistimos a la revelación de una protagonista femenina para la nueva entrega de Star Wars Episodio VII: El despertar de la Fuerza (véase a Daisy Ridley en el personaje de Rey), ahora les toca el turno al elenco de mujeres seleccionadas por Paul Feig para resucitar el «fenómeno Cazafantasmas», que gozó de una gran popularidad durante los años ochenta. Pero este retorno no ha estado exento de polémica. Numerosos críticos cinematográficos y fans en general de la serie original, han tildado de «feminista» el retorno de dicho fenómeno. Paul Feig, el director de la función, no dudó en calificar a sus detractores de «misóginos» y de «gilipollas» en las páginas de la prestigiosa publicación The Hollywood Reporter.


«Numerosos críticos cinematográficos y fans en general de la serie original, han tildado de «feminista» el retorno del «fenómeno Cazafantasmas», a lo que Paul Feig, el director de la función, no dudó en calificar a sus detractores de «misóginos» y de «gilipollas»».
¿«Feminismo» o «sexismo»?
La verdad es que razón no le falta a Feig, aunque son varios los momentos del filme que rozan la frontera entre «feminismo» y lo que podría considerarse como «sexismo». La muestra más flagrante de este tono «sexista» son los momentos protagonizados por Kevin (interpretado por Chris «Thor» Hemsworth), un chico memo que se presenta para cubrir el puesto de oficinista de, en este caso, «las» Cazafantasmas. Hemsworth emula el papel de Louis Tully, el simpático contable que interpretó en la versión del 84 el magnífico actor Rick Moranis, prácticamente retirado de la escena de Hollywood. Decir que el pobre hace de «idiota» es poco… (¿es realmente necesario repetir el chiste de las gafas sin cristales todo el rato?). Kevin es lo peor de la película que se muestra al público como un «cachitas» usado por las chicas frecuentemente para sus bromitas y comentarios sexistas. ¡Claro que sí!, abusando del cliché de que los «guapos» siempre tienen que ser «tontos»… Además, a Kevin no le hace falta ni pasar por un proceso de selección: es contratado directamente por su formidable aspecto físico y sólo porque a todas las Cazafantasmas les hace «tilín»… Eso, sin duda, no beneficia al conjunto del filme que, por lo general, no es que esté tan mal.
«Chris «Thor» Hemsworth interpreta al memo oficinista Kevin, usado frecuentemente como cliché «sexista». Sin duda, de lo peor del filme».
Otros momentos susceptibles al «sexismo» podrían ser cuando Holtzmann chupa lascivamente su cañón de protones tras «cargarse» a un fantasma. También cuando el bobo de Kevin les muestra a las Cazafantasmas su «peculiar» logo de una fantasma con unos pechos exageradamente crecidos o cuando los decanos echan a Erin y a Abby respectivamente de sus universidades. ¿Por qué tienen que ser «hombres» los que ostentan lugares de poder en lugar de mujeres? Si realmente Paul Feig quería dar una visión positiva del feminismo quizá, con todo lo dicho, le puede haber salido todo lo contrario.
Cameos «a porrillo»
No obstante, la versión de Feig conserva la frescura y la espontaneidad en los diálogos de sus dos predecesoras escritas por los creadores originales de la serie: Dan Aykroyd y el fallecido Harold Ramis. Por cierto, hablando de sus creadores, a Aykroyd le ha encantado esta nueva versión à la femme de su clásico de los ochenta y la recomienda encarecidamente a todas sus amistades. A excepción del mencionado Moranis que declinó la oferta de reaparecer, todos los actores originales (incluso el fallecido Ramis) han hecho acto de presencia de una manera u otra en esta nueva versión. Aykroyd, el histriónico Dr. Ray Stantz en la original, aparece esta vez de malhumorado taxista.
«A uno de los creadores originales de la serie, Dan Aykroyd, le ha encantado esta nueva versión à la femme del clásico de los ochenta».
Ramis (el Dr. Egon Spengler) no aparece desde el más allá, sino en forma de busto en la universidad donde trabaja la Dra. Erin Gilbert. Bill Murray (que ha boicoteado siempre el proyecto de una tercera parte con los Cazafantasmas originales) aparece en esta versión de antipático Dr. Martin Heiss, reprobando el trabajo de las Cazafantasmas, y este acaba muerto por un demonio atrapado en la trampa-fantasmal al abrirla. Annie Potts, la flemática secretaria original, aparece en la recepción de un hotel. Sigourney Weaver, la frágil violonchelista Dana Barrett, reaparece como mentora de la Dra. Holtzmann al final del filme. Pero quizá el mejor cameo ha sido el de Ernie Hudson (el Cazafantasma negro de la original, Winston Zeddemore), que sale como el tío de Patty reclamándole su coche funerario convertido en el entrañable Ecto-1. A propósito del «Cazafantasma negro», la comunidad afroamericana ha acusado también al filme de Feig de «racista» al mostrar de nuevo a las tres blancas Cazafantasmas como científicas y a la Cazafantasma negra como una simple trabajadora del metro… En fin, hablando en plata, que el bueno de Paul Feig se las ha tenido que «comer dobladas» con esta nueva versión de Cazafantasmas, aunque la película haya cubierto con los gastos y con las expectivas iniciales.
Valoración global: **1/2 (Interesante replanteamiento a pesar de resultar una peli innecesaria).