¡¡ATENCIÓN: ADVERTENCIA IMPORTANTE DE SPOILERS!! ESTA ENTRADA CONTIENE ALGUNAS REFERENCIAS RELEVANTES A PARTE DEL ARGUMENTO DE LA PELÍCULA.
28/03/2019
Texto por: SAS
Fotos: © Fox / Lightstorm Entertainment / Troublemaker Studios / Madhouse
«Desde un punto de vista pragmático, Alita: Ángel de combate es entretenida y espectacular; desde un punto de vista escéptico resulta vacua, previsible y redundante.»
Pospuesta durante dieciséis años
¿Qué ha pasado con Alita: Ángel de combate que desde 2003 estaba en proceso de preproducción? La respuesta es clara y contundente: Avatar (2009, James Cameron). Con esta película y con todo lo que ella ha generado (informo, a quien no lo sepa, que se están produciendo actualmente tres secuelas más de Avatar, dos de ellas de manera simultánea), el director de Terminator ha declarado que estará trabajando en ellas «hasta el día en que me muera».
Con este megalómano anuncio, Alita… ha tenido que posponerse hasta este 2019, un año más desde que Fox anunciase su estreno para julio de 2018. No obstante, Cameron tuvo que renunciar a la dirección del film que, por cierto, es una adaptación del manga GUNNM, creado por Yukito Kishiro, a favor del realizador Robert Rodriguez. Al margen del manga citado y centrándonos particularmente en la cinta, desde un punto de vista pragmático Alita: Ángel de combate es entretenida y espectacular; desde un punto de vista escéptico, resulta vacua, previsible y redundante.
Una peli de clichés cyberpunks
Los puristas del manga de Kishiro podrán defenderla a capa y espada, y decir de ella que es una brillante adaptación de la historia publicada por la editorial Shūeisha a principios de los años 90, pero el espectador neófito en cultura japonesa verá que Alita… (el filme) no deja de ser una actualización del mito de Pinocho (creado por el escritor Carlo Collodi en 1882 y popularizado por la factoría Disney en 1940), aunque esta vez ambientado en un futuro distópico.
Como en toda buena historia cyberpunk, Alita… no estará carente de ciudades post-apocalípticas, robots humanizados/humanos robotizados y una «gran mente digital» que parece gobernarlo todo, aquí llamado Desty Nova, una especie de tecnócrata celestial de la ciudad de Zalem (que parece estar inspirado en la perturbada mirada del Dr. Strangelove de Peter Sellers…)
«Alita… (tanto el manga como el filme) no deja de ser una actualización del mito de Pinocho, aunque esta vez ambientado en un futuro distópico, lleno de clichés cyberpunks.»

Y es que el filme de Rodriguez está recargado de cosas (planos, personajes o set pieces) y de clichés que nos recordarán enormemente a otras películas famosas del mismo género cyberpunk como Matrix (1999, ahora, The Wachowski Sisters), Blade Runner (1982, Ridley Scott), A.I. Inteligencia artificial (2001, Steven Spielberg) o Yo, Robot (2004, Alex Proyas), por citar algunos ejemplos.
Un amor «titánico» en Ciudad de Hierro
Hay un plano en especial en Alita… que parece un calco de la famosa película dirigida por Cameron en 1997 Titanic, como ya sabéis, también escritor y productor de esta misma …Ángel de combate. El plano es aquel en que Hugo, el «chico/robot» de la película (Keean Johnson) cae irremediablemente al vacío ante la mirada impotente de Alita. Es el mismo plano en que Jack (Leonardo DiCaprio) se hunde en el océano ante Rose (Kate Winslet) tras morir congelado. Pero es que, además, es el mismo de Avatar en el cual el personaje de Tsu’tey (Laz Alonso) cae desde un helicóptero de aquellos raros. E, incluso, es el mismo en el que el T-800 (Arnold Schwarzenegger) se sacrifica en el tanque de lava ardiendo al final del filme Terminator 2. Parece ser que los hombres duran lo justo y necesario en las películas tocadas por el bueno de James: lo justo para morir al final…

Como en toda superproducción que se precie, el amor entre «teenegers» era un factor demasiado goloso e importante como reclamo publicitario, y quizá las maneras de contar un trágico final entre dos jóvenes enamorados a nivel cinematográfico eran pocas, pero es que el maldito plano del «macho-alfa-que-al-final-debe-morir» parece ya como marca de fábrica de la «factoría Cameron»…
Valoración global: *** (Espectacular y previsible a partes iguales. No es de lo mejor de sus creadores, pero te entretendrá durante más de 2 horas).