«Inland Empire»: Lynch ‘se vende’ al vídeo

10/08/2020
Texto: SAS
Fotos: © Asymmetrical Productions / StudioCanal / 518 Media / Absurda /

¡¡ATENCIÓN: ADVERTENCIA IMPORTANTE DE SPOILERS!! ESTE ENTRADA CONTIENE INFORMACIÓN SOBRE PARTE DEL ARGUMENTO DE LA PELÍCULA.

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Aunque esperaba con ansías ver Inland Empire, el visionado fue perdiendo interés a medida que avanzaba el metraje debido a una duración desmedida y por el molesto uso del vídeo.

Por fin, ayer vi este filme de 2006 dirigido por David Lynch, uno de los pocos que me faltaba para completar su filmografía de largometrajes (porque el director tiene una inmensa lista de cortos, los cuales reconozco no haber visto ni uno…). Y aunque lo esperaba con ansias, el visionado fue perdiendo interés a medida que avanzaba el metraje. Las razones principales fueron dos: la primera, una duración desmedida para la historia que nos cuenta el film de Lynch. Y la segunda, el molesto uso del formato vídeo.

Tres horas de un Lynch complaciéndose de sí mismo

Si bien es cierto que me considero un ferviente admirador de la obra cinematográfica de David Lynch (a mi juicio, Carretera perdida es una película de 10 sobre 10, además de una de mis pelis de cabecera), el filme que vi ayer es, para mi gusto, desmedido, hiperlargo y, dicho en términos lynchianos, una ‘autofelación’ del propio Lynch en el uso de su estilo onírico, surrealista y pesadillesco. El filme arranca más o menos bien y se desarrolla correctamente hasta casi mitad de la narración, pero luego, el director de Twin Peaks penetra de lleno en su propio mundo perdiéndose en él casi una hora entre autohomenajes y pleitesías del todo excesivas, justo hacia la mitad del filme.

En Inland Empire, Lynch vuelve a contarnos una historia muy parecida a la de Mulholland Drive (una actriz de Hollywood se verá atrapada cada vez más en sus propios problemas) sumergiéndonos en sus obsesiones por el lado más oscuro de Hollywood, lleno de vicios y perversiones. Pero mientras que Mulholland Drive contaba la historia de una recién llegada a la tierra de las estrellas (Naomi Watts), Inland Empire se centra en una estrella en decadencia (Laura Dern).

El director de Twin Peaks se pierde hacia la mitad de Inland Empire cuando penetra de lleno en su propio mundo, perdiéndose en él casi una hora entre autohomenajes y pleitesías del todo excesivas.

El vídeo, el camino a la perdición…

Creo que es la primera vez que Lynch usa el formato de vídeo para grabar un largometraje, algo que, sin duda, le ha ido en total detrimento a la cinta. Puedo estar de acuerdo en que Lynch tenga serios problemas financieros para sacar sus producciones adelante (el cineasta no es que sea la quintaesencia del cine comercial, sino todo lo contrario), pero, a mi juicio, la imagen en vídeo no ha favorecido en nada a la historia que nos cuenta Inland Empire, de hecho, creo ha sido algo totalmente contraproducente.

Sí, es cierto que Lynch encuentra perlas preciosas con las que va adornando el filme como, por ejemplo, las imágenes de su cortometraje Rabbits (2002), que va incorporando sabiamente a lo largo de la trama o el momento de la tormenta eléctrica mientras uno de los personajes que interpreta Laura Dern esta en la casa de las paredes rosas pero, en general, la película se diluye cuando esta pasa a desarrollarse en Polonia.

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A mi juicio, la imagen en vídeo no ha favorecido en nada a la historia que nos cuenta Inland Empire, de hecho, creo ha sido algo totalmente contraproducente. No obstante, Lynch encuentra perlas preciosas con las que va adornando el filme.

Aunque no quisiera salirme del tema del vídeo, formato que Lynch usa para abaratar costes y con el que, sin embargo, mata la narración sin justificar su uso a lo largo de la película. Además, no sé si de manera consciente o inconsciente, el director de Terciopelo azul abusa de los primeros planos que, en vídeo, quedan literalmente horribles (al margen de los planos pesadillescos de la Dern, hay planos que, en principio, son discordantes con el tono de la narración).

Hay muchas más cosas para explicar de la película como el concepto de cine dentro del cine, la condenación/exaltación de la prostitución, etcétera pero, sinceramente, el espacio de crítica es limitado y tampoco me ha dejado demasiado buen sabor de boca como para explayarme más. Quizás, más adelante, vuelva a verla con mejores ojos, pero, a día de hoy, Carretera perdida o Mulholland Drive me parecen obras insuperables, incluso para su propio autor…

Valoración global: ** (Tres horas de Lynch es demasiado Lynch… incluso para un aficionado del cine lynchiano…). A día de hoy, Carretera perdida o Mulholland Drive me parecen obras insuperables, incluso para su propio autor…

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