20/02/2020
Texto: SAS
Fotos: Warner Bros. Pictures / DC Films
¡¡ATENCIÓN: ADVERTENCIA IMPORTANTE DE SPOILERS!! ESTA ENTRADA CONTIENE INFORMACIÓN SOBRE PARTE DEL ARGUMENTO DE LA PELÍCULA.
Cambiando de título para vender mejor
Hay películas que suelen abrir su secuencia de créditos iniciales con una pequeña (o no tan pequeña) secuencia animada, como es el caso de Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn) y que, dichas secuencias de dibujos animados, suelen ser mejores que las propias películas a las que se refieren, como es el caso de Harley Quinn: Birds of Prey… No crean que me he equivocado al acortar el título sino que este ha sido modificado por la propia Warner con tal de vender mejor la peli (que, por cierto, está siendo un sorprendente fracaso) mencionando al principio a la verdadera protagonista del espectáculo, la Harley Quinn «fantabulosa» (aféresis de «fantástica» y «fabulosa», no existente en el idioma del castellano peninsular).
No obstante, vamos a referirnos durante esta crítica/comentario por su título internacional, Birds of Prey para no ir «jodiendo la marrana»… Por cierto, dicho refrán me viene como anillo al dedo para referirme a la peli dirigida por Cathy Yan, y no por lo de «marrana» en su acepción de «grosera» (que lo es un rato, la Harley, durante la peli) sino por su acepción ferial, es decir, como «eje de la rueda de una noria». Y es que muchas norias hay en esta última producción de DC Films, aunque son más plomizas que divertidas…
El título del filme ha sido modificado por la propia Warner con tal de vender mejor la peli (que, por cierto, está siendo un sorprendente fracaso)…
Un «desastrillo» a lo choni-feminista…

A pesar de algunas set pieces suficientemente coloristas y resultonas, Birds of Prey deja mucho que desear, amén de su mensaje feminista al que, huelga decir, no le hace demasiado justicia el tono hilarante de la cinta.
Birds of Prey es una secuela sui géneris de aquel Escuadrón suicida (2016, dir. David Ayer), aunque más en la línea de un «spin off « que de una segunda parte. La total ausencia del Joker en el filme se refuerza por las constantes referencias que los personajes van haciendo de él y, de hecho, esa es una de las decisiones más creativas del filme sustentado, básicamente, por la presencia de Margot Robbie dando vida de nuevo a la excéntrica Harley Quinn, que ha roto su relación con el «Señor J.», la cual decide formar un grupo de «anti-heroínas» para plantarle cara a Roman Sionis/Máscara negra (Ewan McGregor), el antagonista principal de la función. La presencia de McGregor, de hecho, no ayuda en absoluto a salvar un elenco irregularmente dirigido por Yan. La elección de tal actor, fuertemente arraigado en su personaje del «hiper-buenazo» Obi-Wan Kenobi de la saga Star Wars en su versión joven, resulta contraproducente para construir un «malo» suficientemente creíble e intimidatorio para amedrentar a una alocada Harley Quinn, que va haciendo travesuras de las suyas a lo largo de la función…
El resto del reparto se completa con Jurnee Smollet-Bell en su papel de Canario Negro, Mary Elizabeth Winstead como La Cazadora, Rosie Perez en su rol de la detective de la policía Renee Montoya y Ella Jay Basco como la carterista Cassandra Cain. Todas ellas se «arrejuntarán» a lo largo del filme para derrocar a la pérfida banda de secuaces de Máscara negra, comandados por el antipático Victor Zsasz (Chris Messina).

El mensaje final es que puedes tener un romance más apasionado con un bocadillo de huevo que con un tío, cosa que queda suficientemente patente a lo largo de un filme irregular y, ciertamente, decepcionante.
A pesar de algunas set pieces suficientemente coloristas y resultonas, como las peleas protagonizadas por nuestra particular anti-heroína, el filme de Yan deja mucho que desear, amén de su mensaje feminista al que, huelga decir, no le hace demasiado justicia el tono hilarante de la cinta, cuyo argumento presenta a un grupo de chicas guerreras barriobajeras, al estilo de chonis, que andan «jodiendo» al personal masculino ora graciosas ora salvajes, pero siempre desvergonzadas. El mensaje final es que puedes tener un romance más apasionado con un bocadillo de huevo que con un tío, cosa que queda suficientemente patente a lo largo de un filme irregular y, ciertamente, decepcionante.
Valoración global: **1/2 (Peli de la que cabía esperarse muchííííísimo más, aunque, al menos, le entretendrá).