«Caballero Luna»: A propósito de Steven Grant…

13/05/2022
Texto: Jordy Stanley
Fotos: © Marvel Comics / Disney+

En esta entrada nos hemos atrevido a repasar uno de los ‘supervillanos/ superhéroes’ de moda: El Caballero Luna, una serie original de actual emisión en la plataforma de streaming Disney+ basada en un personaje de Marvel Comics, que quizás muchos/as de nosotros/as desconocíamos, y que está siendo un absoluto éxito de audiencia.

¡¡ATENCIÓN: ADVERTENCIA IMPORTANTE DE SPOILERS!! ESTA ENTRADA CONTIENE ALGUNAS REFERENCIAS A PARTE DE LA TRAMA DE LA PRIMERA TEMPORADA DE LA SERIE

El Caballero Luna nacía como un villano con nobleza que se iba tornando en héroe a medida que se leían sus páginas.

El Caballero Luna nacía como un villano con nobleza que se iba tornando en héroe a medida que se leían las páginas de Werewolf By Night #32 y #33 USA (1975). El enfrentamiento entre Jack Russell y este improvisado cazador de licántropos atrajo, como mínimo, al público del momento y a la redacción de la Casa de las Ideas. Un año más tarde del mencionado debut, volvía a aparecer en Marvel Spotlight, aportando más datos de los alter ego del caballero de la blanca figura. Con todo, en estas primeras apariciones no nos quedaba muy claro quién o qué era el Caballero Luna, aunque, más tarde, rondando 1979, nuestro héroe aparecería también en algunos números de la revista The Hulk y allí comenzaría a forjarse y desvelarse su identidad múltiple. En estos casi cinco años se produciría el contexto idóneo para que Moon Knight tuviera su propia serie bajo la dirección de Dennis O’Neil, los guiones de Don Glut y los lápices de Bill Sienkiewicz.

La colección se fue desarrollando durante la década de los años ochenta, y terminó dejando tan solo 38 números. Tras algún devaneo en otras colecciones y formar parte de los Vengadores de la Costa Oeste, El Caballero Luna recuperó su propia colección.

El primer número de esta colección, «El puño de Khonshu», nos revelaba los orígenes del Caballero Luna, su vinculación con Marc Spector, el antiguo Egipto, el dios Khonshu y las otras dos identidades del mismo: Steven Grant y Jake Lockley. Del mismo modo, también se nos acabarían de perfilar los personajes secundarios de la serie: Marlene, su amada, Frenchie, su fiel compañero, y los confidentes de Lockley, sus amigos de la cafetería de Gena. Además de su enemigo más letal: Bushman.

La colección se fue desarrollando durante la década de los años ochenta, hasta que tras el abandono de Sienkiewicz parece que fue perdiendo fuelle, y terminó dejando tan solo 38 números. Aun así, continuaría con una minicolección de seis grapas a cargo de Alan Zelenetz y Chris Warner y tras algún devaneo en otras colecciones y formar parte de los Vengadores de la Costa Oeste, recuperó su propia colección: Marc Spector: Moon Knight. La suerte del Caballero Luna fue de más a menos durante los noventa y el nuevo milenio, cayendo en el olvido en alguna que otra ocasión, para ser ‘resucitado’ de nuevo en otra (Resurrección, 1998). Con todo, parece que en este 2022, Disney + y el UCM han decidido resucitarlo de una vez por todas y darlo a conocer al gran público.

Si tomamos como referente los cómics clásicos del Caballero Luna, y me refiero con ello a las primeras historias dibujadas en los ochenta y los noventa, observamos un personaje bastante plano que se dedica a cambiar de personalidad como quien cambia de ropa (literalmente) y cuya ocupación es perseguir a los malos. No hay una verdadera introspección en el personaje. Por tanto, sorprende en Moon Knight (Disney+, 2022) cómo se da una gran importancia a los problemas mentales de Marc Spector. Aún más, me asombró profundamente que la serie comenzara con las andadas de Steven Grant, un personaje que, si a priori me disgustó, poco a poco a medida que avanzaba la historia me fue ganando. «Bienvenidos a Nuevo Egipto» y «Locura hereditaria» son dos cómics que resultan fundamentales para entender este carácter demencial en la personalidad de Marc/Steven, que nos va sorprendiendo a lo largo de los seis capítulos que forman esta primera temporada. En este sentido, observamos en la serie cómo Oscar Isaac se sale en la interpretación dual de su personaje Marc/Steven, dándoles a ambos características muy propias en cuanto a lo que se refiere a la personalidad de cada uno. Estamos ante dos personajes que son completamente diferentes entre ellos. Carácter, intereses, maneras de enfocar la vida e, incluso, acentos: británico para Grant y estadounidense para Spector (hecho que en las versiones dobladas no podemos apreciar).

Hay un cuadro psiquiátrico y una patología muy marcada. Y eso es lo que vemos en la pantalla. Desde el minuto uno.

Por otro lado, los dos personajes, pese a ser tan diferentes, avanzan en la misma dirección y se sirven el uno al otro para cambiar y evolucionar, enriqueciendo la trama y llevándonos al desenlace final con el pacto entre ambos y Khonshu para abandonar al Dios y volver a sus vidas mundanas. Pienso que es un acierto de la serie (que bien sabemos que no es perfecta y que en algún momento se desinfla) adentrarse en el derrotero mental de Spector/Grant/Lockley ya que da credibilidad al personaje del Caballero Luna. Pero centrémonos en el Steven Grant de la serie que es lo que nos ocupa.

Entre el Steven Grant de los cómics y el de la serie de Disney+ son todo diferencias: millonario filántropo el primero, empleado del British Museum el segundo; triunfador y mujeriego el uno, perdedor nato el otro; seguro y con carácter en las viñetas, titubeante y pusilánime en la pantalla. Comparten el mismo nombre, pero son la noche y el día. Como decía antes, en las primeras décadas de existencia del personaje, el intrincado juego de personalidades de Marc Spector es tan solo un mero pretexto, mientras que esta dualidad será el eje vertebrador de la trama que nos proponen Jeremy Slater y Mohamed Diab. En los primeros cómics las diferentes personalidades de Spector eran, simplemente eso, personalidades que había creado éste para eludir a aquellos que perseguían al mercenario (Grant) o para poder investigar los bajos fondos y pasar desapercibido (Lockley). Pero en la serie se nos presentan estas personalidades como fruto de una demencia que tiene que ver con su tortuosa infancia.

Steven Grant está por encima del mismo Marc Spector y del propio Caballero Luna en cuanto a cuota de pantalla.

Pero no nos adelantemos, puesto que ya desde un principio la mencionada demencia o dualidad de personalidades se nos presenta a bocajarro, sin preliminares. El Caballero Luna de Disney+ se basa mucho más en el personaje moderno, de las últimas líneas editoriales. Nada tiene que ver con el Caballero Luna de Doug y Sienkiewicz. Es un personaje que sufre desorden disociativo de identidad y se nota; no se cambia únicamente de chaqueta o se pone un bigote falso para encarnar una u otra personalidad. Verdaderamente hay un cuadro psiquiátrico y una patología muy marcada. Y eso es lo que vemos en la pantalla. Desde el minuto uno.

Observamos cómo Marc/Steven padece crisis de pánico de forma constante, distorsiones y errores en el tiempo, incluso amnesia (recordemos que se ata la pierna a la cama porque en ocasiones no recuerda cómo ha llegado a un lugar, ni qué ha hecho…), despersonalización y desrealización (se siente separado de sí mismo y como en un medio irreal) y, el plato fuerte, fluctuación de personalidades que asumen una u otra función dependiendo de la situación en la que se encuentra Marc/Steven. Hay un trauma profundo que se nos cuenta, fundamentalmente, como ya hemos dicho, en «Bienvenidos a Nuevo Egipto» y que en la serie de Disney+ se explota hasta su punto álgido.

Cuando el Caballero Luna desafía a Arthur Harrow cambia de apariencia casi a cada golpe, mostrando, simultáneamente, el traje típico de nuestro superhéroe, que representa a Marc Spector, y el traje blanco con americana, que representa a Steven Grant…

Tanto en los cómics como en la serie, partimos de la certeza que el hombre que encarna al Caballero Luna es Marc Spector; y es, siguiendo a Lemire y Smallwood, el propio Marc quien crea a Steven y las otras personalidades como recurso para huir de la desastrosa realidad que le envuelve. La serie nos da una realidad de Marc Spector que poco habíamos conocido en las viñetas: la muerte de un hermano durante la infancia (en los cómics dicho hermano aparece en «El puño de Khonshu» como un asesino de jóvenes) y el consiguiente maltrato físico y emocional de una madre alcohólica que descarga en el pequeño Marc la frustración por la pérdida de su otro hijo. Este dolor será el que propiciará la creación de esta otra personalidad, apacible, simplona en donde el atormentado Marc se refugia cuando está en peligro. Todo este argumento se ve aderezado por el devaneo entre la vida y la muerte de Marc/Steven y esta metáfora psicodélica que se produce en el psiquiátrico.

Ahora sí, tras el episodio quinto de la serie, entendemos la importancia de Steven Grant en la trama. Entendemos por qué, en cierta medida, está por encima del mismo Marc Spector y del propio Caballero Luna en cuanto a cuota de pantalla. Ahora empatizamos con ese personaje pusilánime y simplón, porque él es el que equilibra la balanza Marc Spector/Caballero Luna. Sin Steven, pienso, la ecuación no es posible. Y eso se observa claramente en dos momentos. El primero es cuando Marc no abandonará a Steven en el desierto que simboliza la muerte espiritual y física. Y el segundo en el enfrentamiento final, cuando el Caballero Luna desafía a Arthur Harrow, cambiando de apariencia casi a cada golpe, mostrando, simultáneamente, el traje típico de nuestro superhéroe, que representa a Marc Spector, y el traje blanco con americana, que representa a Steven Grant. Se ha producido una simbiosis entre ambos. Si al principio parecía que eran personajes diametralmente opuestos, ahora, se han comprendido el uno al otro y se ha establecido una relación beneficiosa para ambos. En definitiva, pienso que la manera en cómo han tratado al personaje en la serie enriquece el universo del Caballero Luna y abre muchas posibilidades, sobre todo, con la escena final, con la aparición de un Jack Lockley que ‘termina’ lo que Grant y Spector no pudieron. Un Jack Lockley que ya en «Locura hereditaria» es quien representa la furia y el descontrol que propicia la locura más extrema.

Valoración final: **** (Este Caballero Luna de Jeremy Slater y Mohamed Diab te podrá gustar más o menos, pero, sinceramente, dudo que pueda dejarte indiferente.)

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