08/12/2020
Texto por: SAS
Fotos: © Warner Bros. / Universal Pictures / Amblin Entertainment / Internet

En 1996, el más grande de los ‘hacedores de música’ para cine no fue ni Hans Zimmer, ni James Horner, ni tan siquiera el genial maestro John Williams, sino un joven compositor llamado Mark Mancina.
En 1996, el más grande de los ‘hacedores de música’ para cine no fue ni Hans Zimmer, ni James Horner, ni tan siquiera el genial maestro John Williams, sino un joven compositor llamado Mark Mancina. Este impresionante y épico score ha tenido dos ediciones hasta la fecha: la simple, editada por el sello Atlantic Classics en 1996, y la expandida, editada por el sello La-La Land Records en 2017 ―de la edición del soundtrack de canciones rock se encargó la discográfica Warner Sunser Records en 1996, que contuvo una versión reducida del sobrecogedor tema instrumental de Van Halen, «Respect The Wind»―.
El rugido del viento

La partitura de Mancina alcanza toda su grandiosidad cuando la orquesta emula los sonidos de la naturaleza como en los cortes «Waterspots» o «House Visit».
El tema principal de la película se titula “Wheatfield” (Campo de trigo). Esta es una pieza vibrante, alegre y optimista, que evoca tanto los inmensos parajes norteamericanos, de horizontes inabarcables, como el coraje de la animada troupe de ‘cazadores de tormentas’, siempre dispuestos a perseguir el primer tornado del que tienen aviso por radio. “Futility” (Futilidad) presenta el otro leitmotiv de la película, el que acompaña al personaje de Jo Harding a nivel emocional (interpretado por la actriz Helen Hunt). Éste refleja la tragedia de su pasado, donde Jo perdió a su padre durante una tormenta de tornados siendo aún muy pequeña. La combinación de ambos leitmotivs estará presente a lo largo de esta magnífica BSO.
Sin embargo, la partitura de Mancina alcanza toda su grandiosidad cuando la orquesta emula los sonidos de la naturaleza. “Waterspouts” (Corriente descendiente) es un tema vibrante con ese peculiar sonido ‘mediaventurense’ ―recordemos que Mancina era, en aquella época, un protegido de Hans Zimmer en su estudio Media Ventures―.
Como no podía ser de otra manera, la sección de cuerdas expresa continuamente esa amenaza que va in crescendo hasta que entra el sombrío coro poniéndonos la piel de gallina desde el primer momento que suena, mientras que «House Visit» es una experiencia orgiástica de sonidos vibrantes. La melodía pasa por varias transiciones virulentas hasta que entra un sonido de guitarra eléctrica con el leitmotiv del personaje de Jo (Helen Hunt). Los momentos del coro son oscuros y perturbadores y el final es apoteósico, el cual corresponde a uno de los mejores clímax del filme de Jan De Bont.
Respetar (forever), Eddie Van Halen

Eddie Van Halen, fallecido hace escasos meses, simuló a la perfección el potente rugido del tornado con su sonido distorsionado de guitarra eléctrica, estremeciéndonos el espíritu.
Hace pocos meses conocíamos la triste noticia de la muerte del respetado guitarrista de hard rock y heavy metal, Eddie Van Halen a la edad de sesenta y cinco años. Su temprana desaparición seguro que servirá para avivar aún más su leyenda como uno de los mejores exponentes del hard rock. Lo que quizás algunos/as desconozcan es que Eddie y su hermano Alex Van Halen prestaron servicio como compositores extras de un brillante tema instrumental que se incluyó en los títulos de crédito de la película titulado «Respect The Wind».
Este tema sorprende tanto por su sencillez como por su grandeza. Está tocado solo a base de progresiones rítmicas de sintetizadores y con la característica técnica virtuosista de Eddie a la guitarra eléctrica es, como su propio nombre indica, una larga y majestuosa oda al viento. Asimismo, el tema refleja estos voraces fenómenos de la naturaleza: los tornados, capaces de arrasar un autocine en tan solo segundos. Eddie realiza múltiples improvisaciones a la guitarra mientras su hermano Alex le da el ritmo ideal para sus solos maestros. Eddie simuló a la perfección ese potente rugido del tornado con su sonido distorsionado de guitarra eléctrica estremeciéndonos el espíritu, de igual manera que la impresionante partitura de Mancina.
Valoración global: **** (Joya de esas en las que nunca reparas hasta cuando suena el tema principal de la película por la televisión y ‘alucinas pepinillos’… El resto del score está a la altura. Creedme: es una de las grandes. BSO infravalorada de Mark Mancina.)