05/09/2022
Texto: SAS
Fotos: © Amazon Studios / Tolkien Enterprises/ Harper Collins Publishers / New Line Cinema / Warner Bros. Television
Cuando toda la crítica especializada conviene que una determinada película o serie es buena o interesante, digo yo que algo de razón tendrán… Por el contrario, aunque el público «suele ser sabio», hay mucho ‘enterao’ de bar que realmente no tiene ni idea del arte de la narrativa visual, y sólo viendo a un ‘elfo mulato’ ya se asusta… Es lo que está pasando con esta «The Lord of the Rings: The Rings of Power»: de repente todo el mundo se ha vuelto ahora más papista que el Papa (o lo que es lo mismo, más tolkeniano que el propio J. R. R. Tolkien…). Amazon Prime nos presenta los dos primeros capítulos de la precuela de El Señor de los anillos dirigidos por el español J. A. Bayona, espléndidamente realizados, aunque no exentos de problemas y de alguna que otra traición…
¡¡ENTRADA LIBRE DE SPOILERS!! LEE TRANQUILO: HEMOS REDACTADO ESTA CRÍTICA SIN TENER QUE REVELAR NADA DEL ARGUMENTO DE LA SERIE.
Si bien es cierto que la última producción de la saga de El Señor de los Anillos no será un producto únicamente de J. A. Bayona sino algo mucho más coral, de tenernos que ceñir a estos dos primeros capítulos, Los anillos de poder augura ser un éxito absoluto.
En plena era de la ‘influencia’, muchos son los llamados y pocos los elegidos. J. A. Bayona ha sido uno de ellos. Sin embargo, muchos no lo consideran así… Pero si bien es cierto que la última producción de la saga de The Lord of the Rings (El Señor de los Anillos, en castellano) no será un producto únicamente suyo sino algo mucho más coral, de tenernos que ceñir a los dos primeros capítulos de la nueva serie de Amazon Prime, The Rings of Power (Los anillos de poder), ambos dirigidos por el cineasta de Barcelona, la serie augura ser un éxito absoluto.
Bayona, que debutó en la industria cinematográfica con El orfanato (2009), a la que le siguió la disaster movie Lo imposible (2012) y el drama con tintes de fantasía Un monstruo viene a verme (2016), tuvo su gran incursión en la industria de Hollywood de la mano del mismísimo Steven Spielberg con la dirección de Jurassic World: El reino caído (2018), una de las mejores dentro de la saga de los dinosaurios y su pasaporte directo para formar parte del equipo de la presente serie basada en la obra inmortal ambientada en la Tierra Media, creada por J. R. R. Tolkien hace ya más de medio siglo.
La pregunta que todo buen/a aficionado/a en la literatura de Tolkien debe estar formulándose en estos momentos es, sin duda, la que encabeza el titular de esta entrada. Y la respuesta (aunque imposible de saber) tiene muchas opciones de ser afirmativa, pese a que los más puristas en la obra del autor surafricano se hayan empeñado a ‘hatear‘ por las redes sociales sobre los dos primeros capítulos, hasta el punto de que su productora (Amazon Studios) haya tenido que tomar medidas casi disciplinarias…

Amazon ha tenido que tomar medidas para detener el «review bombing» (literalmente «bombardeo de reseñas»), la mayoría de ellas destructivas en relación al serial ambientado en la Segunda Edad de la Tierra Media.
Un ‘elfo mulato’
Y es que los neologismos (la mayoría de ellos adoptados directamente del inglés) parecen invadirnos para nombrar conceptos hasta ahora impensables… Como apuntaba en el párrafo anterior, Amazon ha tenido que tomar medidas para detener el «review bombing» (literalmente «bombardeo de críticas»), ya que la mayoría de ellas han sido destructivas en relación al serial ambientado en la Segunda Edad de la Tierra Media —recuerde el/la lector/a que las películas de El Señor de los anillos y El Hobbit, ambas dirigidas por el cineasta Peter Jackson, se ambientaron en la Tercera Edad…—.
El problema principal que ha radicado en esta The Rings of Power es que los guionistas han tenido que adaptar un cúmulo de apéndices inconclusos, los cuales dejó Tolkien antes de morir, e incluir nuevas tramas y personajes para así darle a la serie un hilo conductor lo suficientemente narrativo como para filmar las abstractas descripciones hechas por el autor a lo largo de «El Silmarillion», una de las obras con mayor peso específico dentro de la serie. Además, las disputas alrededor de los derechos de adaptación fueron tantas y tan intrincadas que Jeff Bezos (CEO de Amazon) tuvo que implicarse en las negociaciones, algo ‘raro’ a día de hoy…

El problema principal en Los anillos de poder ha sido que Tolkien dejó apéndices inconclusos antes de morir y descripciones tan abstractas en «El Silmarillion» que los guionistas han tenido que incluir nuevas tramas y personajes para darle un hilo conductor lo suficientemente narrativo, quizás no demasiado del agrado del fandom más radical de TLotR…
El ‘ghosting‘ a Peter Jackson
Lo que le hicieron a Peter Jackson tiene aún más delito que lo de Disney a George Lucas en su día… Y es que el que fuera director y productor de la oscarizada trilogía de El Señor de los anillos de inicios de los dos mil, se ofreció como consultor creativo a los productores del serial. El cineasta afirma que jamás recibió los guiones: «Me dijeron que enviarían los guiones una vez terminados para que me los leyera y pudiese opinar sobre ellos, pero nunca me llegaron…».
Las malas lenguas afirman que la decisión de no entregarle los guiones a Jackson vino de sus dos showrunners: John D. Payne y Patrick McKay, prácticamente dos desconocidos dentro de la industria del entretenimiento, por lo que aún sorprende más la falta de decoro que tuvieron con el director de Braindead: tu madre se ha comido a mi perro y del consecuente ‘ghosting‘ que le hicieron (ghosting: otra de esas palabrejas milenials puestas de moda que, básicamente, se conoce en castellano con el vulgarismo de «pasar de alguien»…).
Y si quizás se lo hicieron, fue porque intuyeron que todo ese nuevo material —sobre todo por lo que alguno de los elfos sea mulato…— no hubiese sido del todo de su agrado, así como tampoco lo ha sido del fandom más radical de TLotR. ¿Y qué si Tolkien jamás describiera a una raza de ‘elfos mulatos’…? Todo el mundo tiene derecho a serlo —y bueno, quizás hasta le hubiese gustado al amigo Tolkien…—.
Peter Jackson se ofreció como consultor creativo aunque jamás recibió los guiones. Las malas lenguas afirman que esa decisión vino por parte de sus dos showrunners: John D. Payne y Patrick McKay, prácticamente dos desconocidos dentro de la industria del entretenimiento…
«Este es el camino»
El mantra de la primera temporada de The Mandalorian (Disney+, 2019) parece venirme como ‘anillo al dedo’ para reseñar los dos primeros capítulos de esta nueva serie basada en el universo de Tolkien: «Una sombra del pasado» (¿llevará este título algún mensaje oculto hacia Peter Jackson…?) y «A la deriva», primero y segundo capítulo respectivamente de los ocho que conforman esta primera temporada ¡de las cinco anunciadas!
Este tándem de episodios, dirigidos por Bayona, nos presenta a una joven Galadriel (Morfydd Clark) tal si fuera la ‘Juana de Arco’ de la Tierra Media, traición incluida… Además de ella, una amplia galería de personajes secundarios entre los que destacamos a la ‘pelusa’ Nori (Markella Kavenagh) —que no deja de ser una hobbit, aunque los artífices del serial tuvieron que renombrarlos debido a, atención, problemas de derechos de autor…—, que junto a su amiga Poppy (Megan Richards), hayan a un extraño gigante caído del cielo (Daniel Weyman).
Otra de las historias que nos presentan estos dos episodios es la del elfo Elrond (Robert Aramayo) y el Príncipe Durin IV (Owain Arthur) de los enanos de Khazad-dûm, los cuales tienen una riña del pasado que deben arreglar para una nueva empresa en el presente… El escenario de Khazad-dûm es realmente impresionante para una serie de TV, cuyo presupuesto ha ascendido a 1 billón de dólares (sí: un millón de millones) convirtiéndose en el serial televisivo más caro de toda la historia de la ‘tele’…
Valoración final: **** (Excelente ejercicio de estilo por parte de Bayona en la Tierra Media de Tolkien, que marca un buen precedente a los realizadores que le siguen… Espero que estén a la altura…)