22/05/2025
Texto: SAS Crenshaw
Fotos: © Marvel Studios / Disney
¡¡ATENCIÓN: ADVERTENCIA IMPORTANTE DE SPOILERS!! ESTA ENTRADA CONTIENE ALGUNAS REFERENCIAS RELEVANTES A PARTE DEL ARGUMENTO DE LA PELÍCULA.
Si todo el mundo lo dice será por algo: «Thunderbolts*» (con ese ‘misterioso’ asterisco al final) son ahora «*Los nuevos Vengadores» (de nuevo con asterisco incluido al principio…). Esta hábil operación de márquetin jamás se había visto en una película del Universo Cinematográfico Marvel (UCM), ni tan siquiera en ninguna otra de la historia del cine… Con una discreta taquilla (328 millones contra un presupuesto de 180), la película no será ni muchísimo menos recordada por tal exiguo ‘taquillazo’ sino por ser una digna sucesora de lo que antaño fue el UCM, un UCM que ha sabido resucitarse a sí mismo cuando todo el mundo creíamos que jamás volvería a ser el que una vez fue…

De izq. a dcha. Sebastian Stan (Soldado de Invierno), Hannah-John Kamen (Fantasma), Florence Pugh (Yelena Belova), Wyatt Russell (John Walker) y David Harbour (Guardián Rojo), todos juntos contra Vacío (Lewis Pullman), en una toma muy inspirada en el antiguo grupo de Vengadores.
James Gunn y los ‘suicidas’ de la factoría Marvel
La idea de un equipo de ‘antihéroes suicidas’ ya era algo que le rondaba por la cabeza al bueno de James Gunn desde que este se hallaba rodando para el UCM el filme, Guardianes de la Galaxia (2014). Al cineasta —dependiendo del éxito o del fracaso en taquilla de la mentada cinta— se le planteó la posibilidad de coger al grupo de supervillanos reformados de la Marvel, creados en 1997 por la pluma de Peter David y el arte de Mike Deodato, Jr., llamados como los Thunderbolts e incorporarlos al UCM.
Sin embargo, las negociaciones con Gunn se fueron al traste cuando los de DC Studios le ofrecieron al cineasta dirigir ni más ni menos que su concepto soñado de grupo de antihéroes, el reboot de El escuadrón suicida (2021), filme que ya hubo rodado David Ayer en 2016 y que pretendían reorientar —a mi juicio, un monumental error, pero al fin y al cabo una decisión totalmente lícita—.
Así que, una vez los directivos de Marvel Studios dieron luz verde al proyecto, deseosos de ver en acción a su pandilla de ‘héroes macarras’, tuvieron que contratar alguien que ocupase la vacante en la dirección que dejó Gunn tras su marcha. Es ahí cuando aparece un tal Jake Schreider —realizador básicamente televisivo (Star Wars: Skeleton Crew)— que, por lo que parece, impresionó a los directivos de Marvel Studios para hacerse con el proyecto de los Thunderbolts (¡ah sí!, con asterisco…).

Un rodaje muy ‘realista’
Los ‘efectos prácticos’ estaban ya casi en desuso cuando un loco llamado Christopher Nolan prefería volcar un tráiler real en vez de recrearlo por ordenador… Con esa filosofía en mente, los productores de Thunderbolts* decidieron volver a la vieja usanza de hacer de verdad la mayor parte de los trucajes de cámara, en vez de recrearlos digitalmente, algo que realmente les honra porque estábamos llegando a un punto de ver más animaciones digitales que a actores de carne y hueso jugándose el tipo ante la camára.
Y precisamente eso es lo que hizo la actriz Florence Pugh (Midsommar, 2019, dir. Ari Aster) en la escena inaugural de este filme: saltar de verdad desde la azotea del segundo edificio más alto del mundo, el Merdeka 118, emplazado en Malasia —bueno, permítaseme dudar si la escena en paracaídas fue de verdad o la hizo un doble…—. Lo que sí es cierto es que la acción ha cambiado notablemente respecto a las antiguas pelis de Marvel, donde el espectador se emborrachaba de planos totalmente digitales, para recrear una acción lo más realista posible en pantalla.

La actriz Florence Pugh (Yelena), una asesina a sueldo de la CIA, es la que lidera al grupo de Thunderbolts y quien lleva el peso dramático de la función.
El vacío existencial
Pero, ¿de qué trata realmente la última producción de la factoría Marvel…? Parece que los guionistas han dotado al armazón del guion de un poso existencialista muy interesante. Ir a ver Thunderbolts* es casi como ir a la consulta de tu psicólogo, algo que ya se insinúa en la espectacular escena introductoria —la ya comentada secuencia del salto por parte de Pugh del Merdeka 118— cuando el monólogo que mantiene consigo misma, el cual versa sobre su delicado estado emocional lleno de vacíos existenciales, realmente es una ‘chapa’ que le está metiendo a uno de sus enemigos amordazados…
El vacío que generan las redes sociales hoy en día realmente es enorme y, por más miles de seguidores que alberguen nuestras cuentas de Facebook, Instagram o TikTok, no tenemos a nadie a nuesto lado cuando verdaderamente lo necesitamos. Ese sentimiento de vacío existencial es el que se apodera del personaje que interpreta Florence Pugh, la verdadera heroína de esta historia que debe enfrentarse a su verdadera oscuridad para superar esos momentos funestos.
Valoración final: ***1/2 (Un resurgir más que decente de otro grupo de Vengadores del UCM que, por lo que se ve, ahora son «*nuevos»…).

