25/07/2020
Texto por: SAS
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A continuación, me dispongo a seguir con el listado 101 canciones que TE RECOMIENDO escuchar antes de morir… (parte 4), una selección de las 101 canciones que, bajo mi humilde punto de vista como consumidor y crítico musical, recomiendo escuchar alguna vez antes de morir. Nota importante: Las canciones no están ordenadas ni cronológicamente ni por orden de preferencia, todas tienen su misma importancia y mérito en mi particular valoración.
50) «Ommadawn (part 1)» de Mike Oldfield. Michael Gordon Oldfield ya había saltado a la fama en 1973, llevando a la discográfica de Richard Branson a la fama mundial con la publicación de aquel famoso fragmento a piano de Tubular Bells, multirradiado y superexplotado en la banda sonora de la película de William Friedkin, El exorcista. Pese a la brillantez de tal discurso musical, dividido en dos partes que ocupaban anverso y reverso del álbum, no fue hasta que Oldfield editó su tercer álbum, Ommadawn cuando nos mostró toda su sensibilidad y todo el talento musical y creativo que el músico de Reading llevaba dentro de su alma. En esta oda musical, para muchos aficionados su obra cumbre, la escucha del tema «Ommadawn (part 1)», que dura 19 minutos y 10 segundos, es toda una experiencia sensorial capaz de transportarnos desde el primer segundo a un mundo mágico: el mundo onírico al que solo sabía llevarnos Mike Oldfield con esta obra representativa del Prog-rock de los 70.
51) «Desire Lines» de Deerhunter. En la cuna de la Coca-Cola, Atlanta, se formó en 2001 Deerhunter, una banda, como ellos mismos se definen, de ambient punk, si bien es cierto que incluyen en su música elementos provenientes del noise rock, rock experimental, post-punk y dream pop. En su relativamente corta biografía hay hasta una muerte: la del bajista original, Justin Bosworth de un accidente de… skateboarding. (!) La mayoría de su obra es prescindible a excepción de este «Desire Lines», una alucinante pieza con uno de los finales más atmosféricos y apoteósicos que yo haya oído desde la canción «Disintegration» de los Cure. ..
52) «Crockett’s Theme» de Jan Hammer. Se han hecho, literalmente, mil y una versiones de este tema (si no me creéis, entrad en YouTube y veréis…), pero ninguno de ellas supera al original que el músico checo Jan Hammer compuso para la mítica teleserie, Miami Vice (aquí, Corrupción en Miami). De emisión en TVE-1 durante la década de los ochenta, la serie contaba la trágica historia de Sonny Crockett (interpretado por el actor Don Johnson), un policía especializado en infiltrarse en bandas de la mafia para arrestar o bien liquidar a sus capos. Durante uno de los capítulos, y para explicar un oscuro momento de su pasado, se acompañó este «Crockett’s Theme» para dar más profundidad psicológica al agente de policía. Fue tal el éxito que llegó a ser número 2 en Inglaterra en los discos de sencillos y 42 en las americanas. Además, tiene el poder de asociarse directamente a la cultura de los ochenta. Mágico y nostálgico.
53) «Red Right Hand» de Nick Cave & The Bad Seeds. Conocí esta canción estandarte de Nick Cave y de los años 90, gracias a la banda sonora de la famosa serie de TV Expediente X, Songs in the Key of X (Warner Music Records, 1996). Salía en un episodio titulado «Ascension» en el que un demente rapta a la agente del FBI, Dana Scully para intercambiarla en un rapto extraterrestre. La canción de Nick Cave, en cambio, trata de la «mano derecha roja» del Dios vengativo del Antiguo Testamento, concepto que el compositor y vocalista extrajo de un poema de John Milton titulado «Paraíso perdido». La canción es la banda sonora perfecta para un demente mental, por eso resultó tan potente en ese capítulo en concreto. Oscura y ominosa.
54) «In The End» de Linkin Park. Leída en perspectiva, ahora «In The End» bien podría considerarse como una nota de suicidio del propio Chester Bennington… En la letra del estribillo lo dice bastante claro: «Y llegué tan lejos/Pero al final/Ni siquiera importa/Tuve que caer/Perderlo todo/Pero al final/Ni siquiera importa.» Chester llegó lejísimos, se convirtió en la voz de toda una generación: la de «Generación Y», es decir, la siguiente a la famosa «Generación X» o la de los llamados ‘milenials’. En el 2000, cuando se editó la canción en el primer álbum multimillonario de la banda californiana titulado Hybrid Theory (2000, Warner Music Records), los chavales de veinte años vitoreaban este himno en los estadios, solo comparable a «Smells Like Teen Spirit» de los Nirvana, en la década de los noventa. Una obra de arte musical.
55) «Forbidden Love» de Madonna. No nos olvidamos en estos listados de la llamada música ‘techno’ ni tampoco de una de sus más grandes divas como lo ‘fue’ Madonna. Nacida en el seno de la cultura musical y artística de los ochenta, la cantante de cara aniñada, supo reciclarse con el paso de los años, haciéndose suya la evolución de la música disco hasta los albores del techno discotequero de principios de s. XXI, momento en el que publicó un álbum definitorio para dicho estilo musical: Confessions on a Dance Floor (2005, Warner Music Records). Una de sus masterpieces fue esta «Forbidden Love», canción que renuncia a ser una tonta canción pop, la cual habla de conflictos raciales muy profundos en nuestra sociedad, con la religión como motivo de odio. La representación que la cantante hacía en directo de este tema era toda una lección de simbolismo y de subversión, potenciado por una grandiosa producción escénica. Apoteósica.
56) «Nobody’s Diary» de Yazoo! Y si de música techno y de divas estamos hablando, retrocediendo veintidós años, encontraremos los orígenes mismos de la música electrónica con Yazoo!, el dúo inglés que formó el ex-Depeche Mode, Vince Clarke, junto a Alison Moyet, y que tuvieron una breve vida pero que causaron un gran impacto en la cultura musical del momento. Upstair’s at Eric y You And Me Both (1982 y 1983, Mute Records) fueron sus dos únicos LP’s de estudio, aunque como hicieran los Joy Division, también sus dos únicos álbumes publicados, se convirtieron un hito en su momento. «Nobody’s Diary» se incluyó en su segundo LP del dúo siendo la letra obra de la propia Moyet, que se basó en una experiencia real para escribirla. Con unas texturas increíbles en los sintetizadores de Clarke y la voz quebrada terriblemente sentimental de Moyet, la canción se convirtió en un clásico de los ochenta aunque no sonó tanto como otros de sus éxitos, a saber «Only» You» o «Don’t Go»… Pura y dura nostalgia.
57) «Wrapped Around Your Finger» de The Police. Y no nos movemos de la gloriosa década de los ochenta para la música con uno de los grupos más emblemáticos de todos los tiempos, la antigua banda de Sting: The Police. Para muchos puristas en la biografía del grupo, su último álbum titulado Syncronicity (1983, A&M Records) es el mejor de la banda y, de hecho, así lo corrobora quien escribe estas líneas. Todas sus canciones fueron candidatas a ser singles (quizá con la excepción de «Mother», una locura de Andy Summers). Pero, realmente, se extrajeron las mejores, esta «Wrapped Around Your Finger» entre ellas. Si bien es cierto que se hizo hiper-popular «Every Breath You Take», la que aquí se plantea es musicalmente muy superior, con una atmósfera oriental de ensueño que parece surgida de algunos de los cuentos de Las mil y una noches. La canción cuenta los designios caprichosos del amor y sus consecuencias, estando muy influenciada por la teoría de la sincronicidad como reflexiona todo el LP.
58) «Instant Love» de Renegade Lovers. Si antes hablábamos de Yazoo! y su «Nobody’s Diary», el desconocido dueto de synthpop y rock gótico barcelonés, Renegade Lovers, lanzaron Hopelessness And Demons (2015, RLovers Music), un álbum que pasó sin pena ni gloria. No obstante, lograron crear un universo propio y personal muy interesante, fuertemente influenciado por bandas como The Cure, Bauhaus o Within Temptation. Entre la colección de canciones, destacamos «Instant Love», una oscura balada que habla del amor desde un punto de vista próximo a la desesperación y a la locura, como reza el ominoso título de dicho Lp. Atmósferas mórbidas y ritmos candenciosos, merece la pena écharle un vistazo a esta ignota formación, ahora inactiva. Todo un acto de soberbia.
59) «Thrill» de New Haunts. La escena musical de Bristol es inabarcable. Si bien los grupos que se llevan la pana son Massive Attack o Portishead, Alice Sheridan con su proyecto en solitario, New Haunts ha demostrado con solo dos álbumes en su quehacer, su gran talento musical creando unas melodías dignas de los primeros elepés de Depeche Mode, donde el elemento de rock alternativo es usado como un valor añadido. Worlds Left Behind (2018) fue su asombroso primer trabajo autoeditado, aunque con su segundo Fight / Flight (2020, Vital Breath Records) se ha superado a sí misma con alucinantes tracks como esta «Thrill», una enigmática y potente pieza, cuya influencia de la EBM berlinesa de los años 80 tan solo es mejorada por litros de darkwave que Sheridan le echa a esta canción. Adictiva desde la primera escucha.
¡Hasta el siguiente listado!
Continúa en: 101 canciones que TE RECOMIENDO escuchar antes de morir… (parte 6)
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